Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia
Jesús de Nazaret
Los católicos tenemos un Papa –vicario de Cristo en la Tierra– que deja mucho que desear. Quizá esté ahí para demostrar que la Iglesia es de Dios y no de los hombres. Se parece mucho a Pedro, uno de los papas más cobardes que ha habido y, sin embargo, uno que supo morir por su Dios y por su Iglesia…, no todo está perdido para el nuevo Papa.
Es asombrosa la cantidad de insensateces que puede llegar a decir en los lugares más insospechados, como aviones, paseos, puertos…:
Ha acusado a España de un supuesto genocidio en Suramérica y ha pedido perdón por ese acto atroz, debería más bien haberse formado un poco en historia para no hacer el ridículo de esa manera. Me gustaría saber si acusará a Francia y a Inglaterra de haber eliminado el noventa por ciento de todos los indígenas de Norte América. Eso sí fue verdad, pero debe ser que la verdad importa poco. Es mejor dar rienda suelta a los bulos para convertirse en políticamente correcto.
Ha escrito varias obras donde no sólo usa de fundamento errores científicos o planteamientos no demostrados, para hacer teología moral, sino que ha reducido a la ambigüedad y a la confusión verdades tan profundas como la familia, el matrimonio o la sexología humana: un auténtico maltrato moral, propio de mentes enfermas de posesión y apocalipsis.
Ha puesto de manifiesto única y exclusivamente que Dios es Misericordia, eliminando de Él toda Justicia, cayendo así en uno de los peores errores que existen en el Mundo: el buenismo. Ahora da igual ser víctima o asesino, salvo por lo de que al asesino le ven mejor, se le perdona, sigue viviendo… y aquí paz y luego gloria. Me gustaría saber cómo se puede amar de verdad sin que exista la Justicia. Dentro de poco, se columpiará con que en realidad no hay Infierno, es sólo un cuento de viejas amargadas que quiere fastidiar a sus infantes.
Francisco se ha reunido con tiranos antropófagos que han diezmado países, como, por ejemplo, en Guinea Ecuatorial…, donde, además, el clero está vendido al régimen saltándose incluso el secreto de confesión. Esto, sin embargo, no lo dice Francisco, no le explica a la población guineanoecuatorial que sus sacerdotes están casi todos excomulgados, que ya no pertenecen a la Iglesia de Cristo, a lo mejor se piensa que es más importante la iglesia de Francisco.
Se ha reunido con gobiernos de países donde se masacra a sus hijos… no para hablar de las víctimas, no para canonizarlos como mártires, sino para intentar un ecumenismo extraño y podrido, algo así como lo que han hecho los políticos en España con el asunto del terrorismo. A lo mejor es que como esos mártires simplemente han hecho lo mismo que su Maestro, es decir, morir por su fe, ya recibirán su recompensa… Vamos entonces a parlamentar con nuestros asesinos blandiendo frasecitas tan ilustres como aquella de que el Islam es una religión de paz –bueno, si por paz se entiende que muerto el perro se acabó la rabia… pues lo mismo.
En fin, los católicos tenemos un Papa –vicario de Cristo en la Tierra– que deja mucho que desear. Tenemos un padre borracho que atiza a nuestra Madre…, pero que, al fin y al cabo, es nuestro Padre. Seguimos tragando quina.
No obstante, si en algún momento consigue estar sereno, le diría lo siguiente: primero arregla tu alma, luego limpia tu casa y después lánzate a abrazar el Mundo.